miércoles, 10 de junio de 2009

EL RAPTO DE PERSÉFONE


El rapto de Perséfone, del pintor Dante Gabriel Rossetti (1828-1882). Este óleo pertenece a la escuela llamada Prerrafaelismo. La joven del cuadro lleva en la mano una granada abierta de la que ya ha comido unos granos, lo que, según el mito, va a ligarla para siempre al reino de los muertos.
Cuentan que, en una ocasión, se encontraba Perséfone, hija de Zeus y de Deméter, recogiendo flores junto a un lago sombrío. Hades, dios de los infiernos, estaba de regreso hacia su morada cuando la vio y se enamoró perdidamente de la joven. Llevado por la pasión, la asió del brazo, la subió al carro y descendió hacia el infierno a toda velocidad. Los gritos de Perséfone no llegaron a oídos de su madre quien, en el Olimpo, empezaba a estar preocupada por la tardanza de su hija. Deméter preguntó a Zeus y a los demás dioses del Olimpo si sabían dónde estaba su hija, pero todos ocultaron el secuestro. Entonces la diosa, que se encontraba muy angustiada, decidió descender a la Tierra en busca de su hija; vagó por innumerables parajes, preguntando a todo el que se encontraba a su paso, pero sin obtener ningún resultado. Cansada, Deméter llegó a un templo cerca de Calícoro y se quedó a vivir en él. Su tristeza era tan grande que las semillas se secaron en la tierra antes de germinar y los brotes tiernos se marchitaron, las cosechas se perdieron y los pueblos pasaron hambre.
Un día, Deméter bajó hasta la ribera de un río y vio el rostro de Aretusa, ninfa del agua, reflejado en las cristalinas aguas. -"He venido desde Sicilia para contarte algo" -le dijo a Deméter. Y así fue cómo le contó que había visto a Perséfone junto a Hades, que éste la había elegido su reina por la fuerza y que vivía en un palacio en un lugar muy profundo y oscuro, en Estigia. Deméter quedó muy impresionada al conocer la noticia. Una vez recuperada, ascendió al Olimpo y le exigió a Zeus que trajera a Perséfone de nuevo con ella.
Entoces Zeus, que estaba preocupado por los acontecimientos, decidió intervenir. Descendió a los infiernos y ,en presencia de Hades, explicó que la tierra se estaba muriendo, que todo se secaba allá arriba, y que había llegado el momento de retornar a Perséfone al mundo terrenal. Hades aceptó, como no podía ser de otro modo, pero tramó un plan. Le prometió que Perséfone volvería a la mañana siguiente con su madre. Cuando Zeus hubo partido, Hades arrancó una granada del árbol sagrado de Estigia y fue hasta las habitaciones de Perséfone. Allí le dijo que a la mañana siguiente regresaría con los suyos, y le ofreció la granada para comer. Ella comió sin saber que todo aquel que pruebe una granada de Estigia queda vinculado para siempre a Hades y debe bajar al inframundo para pasar un tiempo con él.
Perséfone abandonó al día siguiente el infierno y ascendió al Olimpo. La tierra volvió a florecer, los campos se llenaron de fruto y las cosechas fueron abundantes como eran antes. Así vivió Perséfone dos partes del año, junto a Deméter, y en Estigia el resto del año junto a Hades. Cuando Perséfone descendía en invierno a Estigia, las semillas dormían en los campos; en cambio, en primavera, cuando ascendía majestuosa hacia el Olimpo con Deméter, las semillas germinaban de nuevo y las plantas crecían y daban su fruto.
Actividades:
1. De comprensión:
  • Explica el significado de este mito.
  • ¿Por qué Perséfone debe regresar cada año a los infiernos?
  • ¿Te recuerda a algún otro mito o cuento?
2. De léxico:
  • Busca un sinónimo de los siguientes términos que aparecen en el texto: sombrío, cristalinas, morada, retornar.
  • Averigua qué palabras se derivan de retornar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...